El gobernador Gerardo
Morales anuncio el lunes pasado, que se pagará el esperado bono de fin de año a los trabajadores del
estado provincial. El anuncio está muy lejos de lo esperado por los
trabajadores y de lo planteado por el
arco sindical, incluso es menor al bono del 2015, que fue de 4mil pesos en
cuotas. Fue un anuncio unilateral del gobierno, mientras se encontraba en un
acto a 180km de San Salvador.
Se pagará en una sola cuota y la cifra es mucho menor a los
$5.320 que habían solicitado los sindicatos estatales; los que ganan hasta 15
mil pesos percibirán $1500 pesos como bono, de 15.001 pesos a 20 mil cobrarán $1000
pesos, mientras que los que ganen más de
20 mil recibirán $500 pesos. Una miseria por donde se lo mire, si consideramos
que la inflación anual supera el 40%.
Si bien el bono es un complemento al salario, pretende de
alguna forma compensar lo perdido con la inflación en estas fechas festivas, sin
embargo el monto anunciado por el gobernador Morales parece una burla al conjunto de los
trabajadores, sobre todo en un año donde
el ajuste y los tarifazos hicieron que
el salario tenga una importante pérdida de su poder adquisitivo.
EL gobierno ofrece esta miseria luego de un año de combatir
cualquier tipo de protesta social u organización que reclame: ha descontado
días de paro, detenido a los obreros del SEOM, reprimido a los trabajadores de
Ledesma, mantuvo detenida un año sin sentencia a Milagro Sala, reubicado a la
fuerza a vendedores ambulantes, etc.
El gobierno intentó justificar esta cifra aduciendo que no
recibieron ayuda del gobierno nacional por lo que tuvieron que recurrir a “meter
mano de todos lados” para el ofrecimiento. El gobierno de Morales era un
privilegiado a la hora de recibir adelantos de fondos de la nación, al punto
que ha sido la provincia que más plata recibió de NOA en este concepto. En
algún momento se iba a cortar el financiamiento “de amigos”. Sin embargo para
el acto del 9 de Diciembre la provincia gasto millones en movilizar el aparato
del radicalismo. (Ver PO Nº 1441)
Un gobierno que a un año de gestión, no puede mostrar ningún
progreso en la provincia, puesto que no
llegó nunca la lluvia de
inversiones ni el Plan Belgrano y se perdieron miles de puestos de trabajo. La
continuidad del ajuste, marca el camino que tenemos que seguir los trabajadores
y los sindicatos combativos, no le podemos otorgar ni a Macri, ni Morales un
fin de año en paz cuando se pretende
descarga todo el peso del ajuste en marcha sobre las espaldas de los
trabajadores.
La burocracia sindical local opera en sintonía con la
nacional: hacen la plancha. A pesar de la bronca generalizada de los obreros
por un bono que no alcanza ni para poner la comida en la mesa en estas fechas,
no han salido a reclamar ni tomar ninguna medida, apenas atinaron a pedir una
reunión con los funcionarios.
En este contexto la
movilización que se realizo en Jujuy a
15 años de la rebelión popular, estuvo enmarcada en la denuncia al ajuste en
curso y en rechazo al miserable bono anunciado por el gobierno, marchamos junto con el sindicato de trabajadores
municipales SEOM y otras organizaciones
sociales, que en esa jornada organizó una marcha en capital y cortes en el
interior, porque entendemos que no hay
que darle ninguna tregua al gobierno ajustador.
Estela
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